Entrevista a Ann Cleeves, autora de Noches Blancas: "Escribo desde la memoria, no desde la imaginación."
Las Shetland no son un lugar. Son un estado mental. Un confín en el mapa donde el viento susurra verdades enterradas y el crimen adopta un silencio ancestral. Ann Cleeves lo sabe. Por eso allí, entre brumas, nació Cuervo negro (Raven Black): una novela que redefinió la geografía del noir británico y que, tras ganar el Gold Dagger de la Crime Writers’ Association, dio inicio a una serie aclamada por los lectores y adaptada con éxito por la BBC.
En España, sin
embargo, el eco de esas historias tardó más en llegar. Es ahora, con la
publicación de Cuervo negro y la reciente aparición de su secuela, Noches
blancas, cuando los lectores españoles comienzan a explorar con verdadero
fervor los crímenes de las Shetland y la melancolía metódica de su detective,
Jimmy Perez. Cleeves, quien recibió el Diamond Dagger por su trayectoria en
2017 y fue nombrada Oficial del Imperio Británico en 2022, nos acompaña
(virtualmente, desde algún lugar donde también habitan el viento y la memoria)
para hablar de lo que esconde la luz, de lo que susurran los paisajes, y de por
qué la novela negra es, más que un género, una brújula moral.
Noches blancas transcurre durante el breve verano en las islas Shetland, cuando la oscuridad parece imposible. ¿Cómo influye esta luz perpetua en la tensión narrativa y en el simbolismo de la historia?
Viví y trabajé en Shetland un par de veranos, así que
experimenté de primera mano lo desconcertante de esas noches en las que el sol
apenas se pone: se desliza hacia el horizonte y al poco tiempo vuelve a
aparecer. Es posible leer un periódico al aire libre a medianoche, y los
pájaros siguen cantando. La estación tiene una cualidad extraña, casi onírica.
Los isleños la llaman simmer dim o amanecer de verano. Shetland tiene pocos
árboles y horizontes muy largos. Cuesta imaginar que algo pueda esconderse.
Esto es aún más cierto en pleno verano, cuando hay tan poca oscuridad. Me
encanta el contraste entre ese paisaje abierto y los secretos que puedan
ocultarse en las casas o en las comunidades.
La escena inicial, un
hombre que irrumpe en una galería durante una inauguración y luego aparece
muerto, es tan cinematográfica como inquietante. ¿Cómo nace una escena así en
su proceso creativo?
Normalmente, una escena como esa es lo primero que surge. Es
lo que desencadena el resto de la historia. No planifico por adelantado, así
que esa primera escena marca el tono y la voz del libro. Noches blancas trata
sobre arte y creatividad. Viví y trabajé en Fair Isle, la más remota de las
islas habitadas de Shetland. Es un lugar donde la música y las historias son
muy importantes. Un violinista brillante llamado Chris Stout creció allí. Se
fue a Glasgow a formarse cuando era muy joven, pero Shetland seguía en su
sangre. Le encantó el libro y se vio reflejado en uno de los personajes.
Escribió una pieza titulada White Nights.
Jimmy Perez es uno de
los detectives más complejos de la novela negra contemporánea. ¿Cuál fue la
inspiración para este personaje? ¿Es cierto que su apellido es un homenaje al
autor español Arturo Pérez-Reverte?
¿Cómo ha evolucionado Perez desde Cuervo negro hasta Noches blancas? ¿Ha cambiado su relación con él como personaje a lo largo del tiempo?
Lo maravilloso de escribir una serie es que una llega a
conocer íntimamente a su personaje principal. Al final, es como escribir desde
la memoria más que desde la imaginación. El instinto se impone.
Sus novelas siempre
contienen una tensión entre lo íntimo y lo criminal, lo psicológico y lo
policial. ¿Cómo logra ese equilibrio tan afinado?
Bueno, es un halago encantador, pero en realidad nada de eso
está planificado de forma deliberada. Cuento la historia que tengo en la
cabeza, la que me encantaría leer a mí misma.
En esta nueva
entrega, vuelve a utilizar el paisaje casi como un personaje más. ¿Qué le
ofrecen las Shetland que no ha encontrado en ningún otro lugar?
Shetland tiene una belleza austera, dramática, especialmente
adecuada para el género. Todas mis novelas parten del lugar. Mi hija es
geógrafa humana. Su investigación estudia al individuo dentro de su comunidad y
paisaje. Creo que eso también es lo que hago yo.
"El ritmo narrativo llega con la experiencia, con la lectura y la escritura."
Noches blancas tiene
un ritmo muy particular: contenido, casi lírico, pero también cargado de una
amenaza constante. ¿Cómo construye el tempo narrativo en sus novelas?
De nuevo, no es algo que trabaje de manera específica. El
ritmo narrativo llega con la experiencia, con la lectura y la escritura. Fui
publicada durante veinte años sin mucho éxito comercial antes de que la serie
de Shetland atrajera la atención. Eso me dio el tiempo y la libertad para
experimentar y encontrar mi propio estilo. Los primeros libros están siendo
reeditados ahora en el Reino Unido, y ha sido interesante ver cómo ha
evolucionado mi escritura.
En su obra, el crimen
parece menos un acto de violencia que una consecuencia inevitable de tensiones
humanas. ¿Comparte esa visión?
Me formé como trabajadora social y trabajé en el sistema de
justicia penal, así que la motivación y las causas del crimen siempre han sido
importantes para mí. No me interesa escribir sobre monstruos —psicópatas
aleatorios o asesinos en serie.
Fue reconocida con el Diamond Dagger en 2017 y La Orden del Imperio Británico en 2022. ¿Qué significan para usted estos reconocimientos? ¿Cambian su forma de escribir o de relacionarse con su obra?
No cambian mi forma de ver mi trabajo, pero sí suponen una
especie de validación. El Diamond Dagger lo otorgan tus colegas dentro del
mundo de la novela negra, así que eso significa mucho. Mi OBE inicialmente se
anunció como “por servicios a la literatura”, pero pedí —muy impertinente por
mi parte— si podía cambiarse a “por servicios a la lectura y a las
bibliotecas”. Me encanta escribir y me siento bien recompensada por ello, pero
estoy muy orgullosa del trabajo que hago promoviendo los beneficios de la
lectura y apoyando a las bibliotecas públicas.
¿Cómo comenzó su
relación con la novela negra? ¿Hubo algún libro o autor que fuera una puerta de
entrada para usted?
Había un autor de literatura infantil llamado Malcolm
Saville. Escribía misterios e historias de aventuras, pero también era muy
bueno con los personajes, el paisaje y el lugar. Incluso entonces supe que era
un buen escritor, mejor que otros del mismo género.
¿Conoce autores
españoles de novela negra o literatura en general? ¿Hay alguno que lea o siga
especialmente?
Una de mis pasiones como lectora es la novela negra traducida.
Creo que uno entiende las preocupaciones de otra cultura leyendo su ficción
popular. Recuerdo que me impresionaron mucho las novelas de Eugenio Fuentes,
especialmente El nacimiento de la muerte (Depths of the Forest).
La adaptación
televisiva de Shetland se ha convertido en un éxito internacional. ¿Cómo ha
vivido el proceso de ver a sus personajes en pantalla? ¿Hubo alguna parte que
le costara especialmente ceder?
He tenido tres series adaptadas para televisión: los libros
de Vera Stanhope, The Long Call con Matthew Venn, y las novelas de Shetland.
Todas fueron producidas por la misma compañía, y he llegado a confiar en su
equipo. Incluso si cambian algunos detalles —en Shetland introdujeron a Tosh,
que no aparece en los libros—, creo que capturan la esencia de las novelas. Lo
más importante para mí es que todas se ruedan en los lugares en los que
transcurren los libros.
"La gente busca la tranquilidad de saber que habrá una resolución y que al final se hará justicia."
En los últimos años
se habla mucho del noir escandinavo. ¿Cree que existe una voz británica
distintiva dentro del género?
Supongo que la voz más distintiva de la ficción criminal
británica surgió durante la llamada Edad de Oro, el periodo entre las dos
guerras mundiales, con autoras como Agatha Christie, Margery Allingham y otras.
Durante un tiempo, ese tipo de historia tradicional cayó en desuso, pero parece
estar de vuelta. Creo que en estos tiempos de polarización e inestabilidad
política, la gente busca la tranquilidad de saber que habrá una resolución y
que al final se hará justicia.
En España, Cuervo
negro llegó con bastante retraso respecto a su publicación original. ¿Cómo ha
vivido este reciente descubrimiento por parte del público español? ¿Ha notado
alguna diferencia en la recepción?
Estuve encantada de ser invitada a un festival de novela
negra en Barcelona a principios de este año. Fue un placer compartir espacio
con otros autores internacionales y recibir una respuesta tan maravillosa por
parte de la prensa, los lectores y mi magnífico editor español. ¡Espero que me
inviten de nuevo!
¿Qué la inspira a la hora de construir una historia? ¿Parte del crimen, del entorno o de los personajes?
Siempre del entorno. Creo que las historias crecen a partir
de los lugares donde están arraigadas. Una trama que funciona en el paisaje
posindustrial de Northumberland, donde se ambientan mis libros de Vera, sería
imposible en la zona rural de North Devon, donde transcurre la serie de Matthew
Venn, o en la comunidad tan especial de las islas.
Noches blancas parece
pensada para ser leída, no filmada: introspectiva, atmosférica, densa. ¿Hay
cosas que solo pueden contarse con palabras?
¡Quizás! Todos mis libros están pensados para ser leídos.
Cuando escribo no pienso en adaptaciones. Y cuando escribí Noches blancas, no
se me pasaba por la cabeza que Shetland pudiera convertirse en una serie de
televisión.
¿Está trabajando
actualmente en una nueva entrega de la serie Shetland, o planea explorar otros
territorios narrativos? ¿Qué podemos esperar de sus próximos proyectos?
El libro que se publicará este año en el Reino Unido —The
Killing Stones— es una novela de Jimmy Perez. Pero no está ambientada en
Shetland, sino en las islas Orcadas, otro archipiélago al norte de Escocia.
Muchísimas gracias,
Ann, por tu tiempo, tu generosidad y por seguir construyendo con tus palabras
esos paisajes donde el crimen, la soledad y la belleza conviven en un mismo
latido. Esperamos que las Shetland sigan hablándonos a través de ti durante
mucho tiempo más.
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