Amoniaco, de Carlos Augusto Casas

 Sinopsis:

«Hay gente que genera mierda y hay gente que la limpia. Yo pertenezco al segundo grupo. Sin embargo, por un instante de locura, me asomé a lo que significa formar parte del primero. Y me gustó. Mataría por experimentarlo de nuevo. Nunca un verbo estuvo mejor utilizado. Las ganas regresan. En ese momento, miro mis manos y me doy cuenta de que lo que estoy fregando es un cuchillo».

Isabel lleva años trabajando como asistenta para distintas casas adineradas de Madrid, aguantando miradas altivas y comentarios desagradables hasta el día que, en un arrebato de rabia -¿quién no lo ha vivido alguna vez?- mata a una de esas mujeres de buen vestir y malos modales. Ese acto tan atroz la hace sentir más especial y viva que nunca, tanto que no piensa parar...

Reseña:

En Amoniaco, Carlos Augusto Casas se adentra en los terrenos más crudos de la novela negra para construir una historia protagonizada por un personaje poco habitual en el género: Isabel, una asistenta doméstica de mediana edad, cansada de vivir en la sombra de quienes la desprecian. A través de una estructura narrativa lineal, el autor explora con minuciosidad la transformación psicológica de su protagonista, desde la sumisión hasta el estallido de una violencia que marcará su destino.

Isabel ha pasado años siendo invisible. Su rutina se desarrolla entre casas ajenas, sirviendo a familias acomodadas que la tratan con indiferencia o desprecio. Este contexto de abuso cotidiano, silencioso y socialmente aceptado, va generando en ella un resentimiento profundo. La novela arranca cuando ese resentimiento estalla: Isabel asesina a una de sus empleadoras. Lejos de arrepentirse, descubre en ese acto una inesperada sensación de poder y libertad. Así comienza una espiral de crímenes que no responde al sadismo, sino a una especie de justicia personal. Más que una asesina impulsiva, Isabel es el producto de una vida de humillaciones acumuladas.

Casas evita caer en la glorificación de la violencia y ofrece, en cambio, un retrato incómodo y verosímil de una mujer que ha dejado de agachar la cabeza. El estilo es directo, sobrio, con un lenguaje que evita el exceso decorativo para centrarse en los hechos y en la carga emocional que arrastran. El autor logra así una crítica social sutil, que atraviesa el relato sin necesidad de moralizar.

Amoniaco se presenta como una propuesta poderosa dentro del panorama de la novela negra contemporánea. Su fuerza reside en el contraste entre la aparente normalidad del personaje y la crudeza de sus actos. Isabel, en su viaje desde la invisibilidad hasta la acción extrema, encarna una pregunta incómoda: ¿qué pasa cuando alguien deja de aceptar el lugar que la sociedad le ha impuesto?

Amoniaco


El autor:

Carlos Augusto Casas es escritor y periodista. Comenzó su carrera en Diario 16 y se especializó en el periodismo de investigación, desarrollando su labor en cadenas de televisión como TVE, Antena3, Cuatro, Telecinco y La Sexta.

Su primera novela, Ya no quedan junglas adonde regresar (2017), supuso todo un acontecimiento y fue galardonada con los principales premios del género negro: el Premio Wilkie Collins, el Premio Tuber Melanosporum, el Premio Novelpol, el Premio Ciudad de Santa Cruz y el Premio Tormo Negro. También fue finalista del Premio Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón. En 2024 recibió el Premio de Novela Cartagena Negra por La ley del padre.

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